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¡¡¡¡¡¡BASTA YA!!!!!!

Hoy día Internacional de La Eliminación de la Violencia contra la Mujer, quiero aportar mi opinión respecto a esa lacra mundial que nos acucia. He modificado y añadido algunos párrafos que, originalmente, no aparecían en el relato titulado <<Ni una menos ni una más>>, aparecido hace dos años en la revista anual del Ateneo de Alcázar de San Juan, donde participo con artículos, y que está incluido en un futuro libro de relatos titulado <<Misterio. Magia y Fantasía>>; aquél mismo años, casualmente, ese mismo día una mujer fue asesinada. Y hoy, 25 de noviembre de 2019, coincide con la publicación de mi página WEB.

Cada día la prensa, radio y televisión informan de nuevos casos de violencia de género. El asesinato de una mujer por quien tanto la quería. Su ego no aceptaba no ser ya el centro de su vida. Una vida en la que la interfecta había sufrido maltratos físicos y psicológicos. Lo más curioso es que en la casi totalidad de los casos no existía constancia de denuncia, ni comunicado a su entorno más próximo el calvario en que se había convertido su vida junto al hombre que, enamorada, decidió compartir sus alegrías y penas el resto de su vida, y nunca mejor dicho.

El amor que nos ilumina el pensar haber encontrado al compañero ideal, nos deja ciegos y sordos ante las señales que, como el código morse, van llegando; y ese velo que cubre la visión lo desvía o arrincona sin darle mayor importancia en la creencia que, el desconocer su significado, se debe a nuestra ignorancia. Y pasan días, meses, años…, creyendo o haciéndoselas creer que son ellas las culpables por su falta de interés en comprenderlo, convirtiendo aquel amor, en la medida que aumenta su humillación, en un miedo silencioso, temerosas del castigo que, previsiblemente, recibirán por sus cortas entendederas. Un castigo justificado por el maltratador, muy inteligentemente urdido el motivo,  a veces varios, debido a la torpeza e inutilidad de esa mujer que, de tanto escucharlos, se acompleja y siente esa culpabilidad, real, hacia su persona. Admitiéndola no como un castigo, sino una lección que deberá aprender para evitar,  primero esas palabras insultantes e injuriosas; más tarde empujones, golpes… Lamentablemente esa tela de araña, maligna, que ha ido tejiendo aquél, resquebrajó su mente introduciéndose de tal manera, que ha dado el resultado deseado. Sumisión frente a despotismo, coacción, violencia, injurias y amenazas, terminando en palizas. 

Se siente triunfador y respetado por todos los componentes de su familia. La inteligencia, siniestra y perversa del maltratador, maneja <<esa sociedad>>a su antojo, ufanándose ante todo aquél que como él, le escucha: <<En mi casa mando yo y nadie me lleva la contraria. Nada ni nadie se mueve, inclusive una cuchara, sin mi permiso>>. Esa inteligencia patológica cambia en las reuniones familiares apareciendo el hombre cariñoso, comprensivo y enamorado después de uno, dos, tres, cuatro…, un número indeterminado de años de convivencia con su pareja que abraza y besa frente a todos. Y esa mujer, madre y esposa, se deja y calla esbozando una sonrisa ficticia, porque es consciente que si no lo hiciere,  <<su premio>> lo recibirá en su hogar, cuando sus hijos duerman. Si ya tienen conciencia de lo que ocurre, el dormitorio conyugal será la mazmorra, siendo violentada, en toda la acepción de la palabra. Y una vez más, el silencio es su compañero más fiel.

Hete aquí que, un día, paseando después de haber dejado a sus hijos en el colegio, se sienta en un banco contemplando las palomas acudiendo al reclamo de unas migas de pan, caídas o dejadas para tal propósito. En un momento dado, elevan el vuelo al pasar una bicicleta, perdiéndose entre el follaje arbóreo que rodea el parque. Ese instinto de supervivencia, intuyendo el peligro,  buscando refugio, le hace pensar, exhalando un profundo suspiro de liberación contenida durante años. Callar y otorgar, golpeaban en su mente día tras día hasta que, ¡por fin!, decidió pedir ayuda. Todo estaba pensado. Se marcharía al otro extremo de la ciudad, llevándose a sus hijos. Los trámites se realizaron no con tanta premura como hubiese querido; meses transcurrieron hasta alejarse de aquella cárcel, siendo alojados en un piso de acogida, compartiendo con otra familia, hasta encontrar un trabajo.

Se siente feliz y segura. Las sombras del pasado que nublaban su vida, habían desaparecido como aquellas palomas en el parque, con una salvedad, ya nunca ¡jamás!, volvería a esconderse entre el follaje de sus miedos. Ha transcurrido un año desde que abandonara aquel sinvivir. El tiempo pasado, pasado queda que no olvidado. Su vida, en otra ciudad, obligada por su trabajo, discurre sin sobresaltos, esperanzada que la justicia haga honor a su nombre y pueda rehacer su vida, con sus hijos, sin temor a quien le había causado tanto dolor.

Ha sido terrible revivir, en el tribunal, su vida de miedos, desencuentros y maltratos físicos y psíquicos, esperando impaciente la sentencia. Días después coincide, por casualidad, con el padre, divorciado, de un compañero de su hijo pequeño, quedando para el día siguiente, viéndose en repetidas ocasiones.

Su preocupación va en aumento esperando la sentencia, calmándola su abogado y el asiduo  compañero. La sorpresa fue mayúscula al servir a un cliente en el restaurante donde trabajaba. Su todavía marido la miraba sonriendo. Conocía bien esa sonrisa. Nerviosa, temblándole las manos, no pudo esquivar el golpe certero, cayendo, emitiendo un grito desgarrador. La navaja había seccionado la yugular. El asesino suspiró, volviéndose a sentar, observando los últimos estertores de la muerte, y sin dejar de sonreír dijo:<<Es lo que te merecías. Conmigo o con ninguno. He tardado demasiad>>. Cuando la sentencia estuvo preparada, yacía bajo tierra.

¿Tuvo la culpa el Tribunal por su lentitud provocada por el excesivo trabajo y escaso personal? Entiendo que no.

Si hay que buscar un culpable, además del asesino… ¿La tienen las mujeres que bajo la ley, hoy, se pueden defender? Tampoco.

El principal, repito, es el asesino que no comprende que esta sociedad ha evolucionado. Que las mujeres casadas, solteras, viudas o divorciadas, son capaces de mantener su hogar y libertad con su trabajo; e igualmente rehacer su vida sentimental.  La dependencia de antaño quedó olvidada, que no aquellas otras mujeres soportando en silencio, porque no tenían otro remedio ni atisbos de una subsistencia fuera del matrimonio: <<Es tu marido, y no eres la primera ni serás la última>>. Era la respuesta  de sus familiares a sus cuitas. De aquella dependencia se ha pasado a independencia y libertad de decir, a veces, que es la mujer la que sostiene el hogar. El hombre también ha entendido los cambios que conlleva esta libertad y derechos, asumiéndolos pero…, siempre aparece este vocablo o el no obstante, quedan  <<residuos arcaicos>> en las neuronas de algunos; y ahora me voy al comienzo de este artículo: cada día leemos en la prensa…<< La policía y vecinos dicen que no había indicios de maltratos…>>

Las estadísticas están ahí: el 60% de las mujeres sufren maltratos físicos o sexuales. Unos dos millones de mujeres y niñas, anualmente, son obligadas a la prostitución, sin olvidar a aquellas que viven en una constante esclavitud, bien sexual o en trabajos forzosos. Igualmente no debemos olvidar las mutilaciones o los matrimonios en edad infantil. Tampoco a otros colectivos: transexuales, lesbianas, bisexuales, refugiados/as o transmisores/as del VIH, a los/as que poseen una discapacidad y que también tienen un alto grado de vulnerabilidad. Y que tan culpables son los maltratadores<<(de todo tipo y género>>, como quien lo ve y calla…

¿Hasta cuándo los servicios sociales y los diferentes gobiernos <<de cualquier nación>>, protegerán, mejor, a estas mujeres indefensas? ¿Hasta cuándo algunos partidos políticos seguirán boicoteando y cuestionando esta lacra social, de ámbito internacional, que no es otra cosa que una brutal violación de los derechos humanos? ¿Hasta cuándo la judicializad acelerará los trámites y no las cuestionarán, como sucede en algunas ocasiones <<en muy diversas naciones>>? ¿Hasta cuándo los prejuicios en las investigaciones? Estas preguntas corresponden a informaciones de mujeres maltratadas. Afortunadamente, en estos tiempos, existen leyes que las defienden pero…, resulta casi imposible mantener vigilancia continua. El número cada año aumenta vertiginosamente.

Difícil dar respuestas a éstas y a tantas preguntas que se acumulan en mi mente, en estos momentos, porque hoy otra mujer ha sido asesinada. Respuestas, algunas, por falta de recursos conocidos por todos. ¡Dinero! Medios y herramientas para quienes tienen que evitarlo. Un pero y un no obstante; la educación no comienza, como decía uno de mis profesores, cuando vamos al colegio ¡No! La educación se inicia 20 años antes de nacer, complementándose con lo que recibimos en aquél, continuando en  nuestro entorno familiar.

¿Hasta cuándo las mujeres seguirán pagando con sus vidas los fracasos emocionales y psicológicos de sus parejas?

 

FEMINICIDIOS  Y ASESINATOS EN ESPAÑA HASTA EL 25 DE NOVIEMBRE 2019.

 

2007: 71;  2008: 84;   2009: 68;  2010: 85;  2011: 67;  2012:57;  2013: 57;  2014:59;  2015: 64;   2016: 53;  2017: 48; 2018, 47, 2019,52, hasta el -25 de Noviembre paradójicamente, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

En el año 2013 se comenzó a contabilizad los asesinatos de niños, como venganza hacia sus madres, ascendiendo a la cifra de 29.

 


 NOTAS:

En 1981 se celebró, el 25 de noviembre, en Bogotá (Colombia), el primer <<Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe>>, conmemorando el triple asesinato de tres hermanas activistas: Minerva, Teresa y Patricia en la República Dominicana por la policía del dictador Rafael Trujillo.

En 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer: <<Todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada>>

La ONU declaró, el 17 de diciembre de 1999, oficialmente el 25 de noviembre como el <<Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer>>